Entrada Reto Módulo 1

 

Permiso por cuidado y nacimiento del menor

¿Igualdad efectiva o desigualdad camuflada?

Me ha costado encontrar una noticia de desigualdad relacionada con mi trabajo. No porque no exista desigualdad, sino porque no he encontrado la noticia que hable de desigualdad en la Inspección de Trabajo.

Por lo tanto me gustaría hablar y analizar alguna noticia que hable de la equiparación del rebautizado permiso de paternidad y maternidad, me refiero al permiso por nacimiento y cuidado del menor. Ya que creo que, previamente a su equiparación entre el padre y la madre, éste ocasionaba una gran desigualdad para la mujer. El hecho de que sólo sea, o fuese, la mujer quien se hiciera cargo del recién nacido por tener a su disposición más días de permiso por nacimiento y cuidado del menor que el padre se pudo, y se puede, volver en su contra (laboralmente hablando). Me explico:

Obviamente el hecho de dar a luz supone unos riesgos y cambios fisiológicos en la mujer mayores que en el hombre. Por ello entiendo que la mujer, la madre, deba de tener un tiempo más que justo y necesario para su total recuperación y crianza del recién nacido. Sin embargo, el hecho de que solo fuera ella quien dispusiera de dicho plazo hace que también sea la que se sacrifique, laboralmente, y deje de optar a oportunidades laborales; que, si el padre pudiera disfrutar de dicho plazo de permiso, la madre, de estar recuperada, podría reincorporarse a la vida laboral para seguir optando a sus oportunidades como profesional. Se trata de comenzar a romper con los valores tradicionales en los que la mujer ocupaba su lugar en el hogar y, por tanto no podía prestar atención al resto de las facetas de su vida.

Pienso que, el hecho de igualar el permiso por nacimiento y cuidado del menor para ambos progenitores puede hacer que la conciliación familiar sea cada vez más equitativa y que, poco a poco, vayamos cambiando los roles tradicionales y patriarcales que tenemos tan profundamente arraigados en nuestra cultura y sociedad en los que la mujer es la que debe de sacrificar su tiempo (vida, trabajo, etc.) para cuidar del recién nacido. Mientras que el padre pueda seguir optando a nuevas oportunidades laborales.

Si hablamos de conciliación debemos de procurar que sea efectiva y acompañarla con medidas como la descrita anteriormente, de modo que no se sacrifique el mismo género para hacer las mismas tareas. Al final es una corresponsabilidad promover que el cuidado del recién nacido sea lo mejor posible.

Este hecho también puede ayudar a las generaciones más recientes ya que podrán comprobar, con el ejemplo de sus padres/madres y no sólo con la legislación, de que las tareas en el hogar se comparten. Que se busca una conciliación entre ambos progenitores y que no solo uno de ellos debe de acarrear con las tareas del hogar (realmente da igual si fuese hombre o mujer quien lo hiciera, a pesar de que en este ejemplo predomina más el género femenino sobre el masculino). Incluso, haciendo partícipes a los pequeños/as de la casa creo que se podría promover una conciliación más real y efectiva en un futuro. Obviamente acompañado de una legislación que lo sustente.

Enlace de la noticia: https://www.larazon.es/economia/20211104/ceig6x6kybectpup4xqmrlv4fe.html

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